CONSEJOS PARA REALIZAR BUENOS EJERCICIOS
Fuente: Trofeo Doma Clásica
El apoyo
Cada jinete debería partir de su propósito de querer montar el apoyo exactamente de punto a punto, siempre con la instrucción de mantener un trote con un autosostenimiento, ritmo e impulsión uniforme. Además el caballo debería desplazarse desde el primer tranco paralelo al lado largo y con las espaldas ligeramente adelante. La incurvación lateral longitudinal y vertical uniforme influye enormemente sobre un mantenimiento de un ritmo regular, una cadencia elástica y una armonía de los apoyos.
Las visibles deficiencias en la colocación y en la incurvación son consecuencia de unas ayudas erróneas o de una falta en la rectitud – lo que suele ocurrir muy a menudo. Ya en el momento del comienzo del apoyo, cambian las características del trote reunido fundamentalmente. Ya en los primeros trancos hacía delante, hacía el lado, a veces por un posterior interior que pisa demasiado lateral, lo que hace que la fuerza de sostén de los posteriores se vea disminuida, el apoyo se vuelve demasiado fuerte sobre las manos. Desde luego en este momento no podemos hablar de una secuencia de movimiento con un ritmo claro y expresivo, este se ha perdido.
Las visibles deficiencias en la colocación y en la incurvación son consecuencia de unas ayudas erróneas o de una falta en la rectitud – lo que suele ocurrir muy a menudo. Ya en el momento del comienzo del apoyo, cambian las características del trote reunido fundamentalmente. Ya en los primeros trancos hacía delante, hacía el lado, a veces por un posterior interior que pisa demasiado lateral, lo que hace que la fuerza de sostén de los posteriores se vea disminuida, el apoyo se vuelve demasiado fuerte sobre las manos. Desde luego en este momento no podemos hablar de una secuencia de movimiento con un ritmo claro y expresivo, este se ha perdido.
En la pirueta
Es importante que el jinete tenga la idea de querer dar una vuelta sobre los posteriores (360º) en 6 a 8 saltos. Mientras, no puede variar el ritmo; al entrar – más en espalda adentro, no en travers –, guía la rienda interior y la pantorrilla exterior. No debe haber ninguna interrupción en el autosostenimiento del caballo que está colocado en dirección del movimiento. Dependiendo de la situación se puede evitar con la mano interior que el caballo se salga de la colocación hacía arriba y con la exterior que bucee. Con la pantorrilla exterior mantenemos al caballo bien en la línea, con la interior mantenemos el ritmo del movimiento y con la rienda exterior evitamos también que el caballo vaya girando demasiado rápido y evitamos que gire demasiado.
Cambios al tranco
Es de gran ayuda que el jinete se vaya imaginando y asumiendo que puede salir a galope a mano izquierda desde el paso, desde el trote y también desde el galope a mano derecha. Entonces ganará enseguida la necesaria comprensión para dar las ayudas correctamente y no moverá su tronco hacía un u otro lado, ni subirá el isquion en el que está sentado hasta el momento, no desplazará su nueva pantorrilla exterior demasiado, ni buscara la sensación de apretar con la nueva pierna interior.
El jinete debería activar la impulsión un poquito antes del cambio de mano, simplemente sin apresurar el ritmo, con el caballo bien cerrado, para intensificar la impulsión.
El jinete debería activar la impulsión un poquito antes del cambio de mano, simplemente sin apresurar el ritmo, con el caballo bien cerrado, para intensificar la impulsión.
A la vez debería mantener los posteriores cerca y así el caballo se autosostiene manteniendo un contacto ligero (la ayuda de la mano es como en la salida al galope) sin ninguna ayuda lateral de la nueva pantorrilla exterior.
Las ayudas se dan como en el momento de la salida a galope en la otra mano y lo más importante de todo es que el jinete se quede sentado, absolutamente quieto.
En el caso concreto surgen por supuesto muchas preguntas acerca de estas lecciones. Pero a mi me importa aquí en este contexto simplemente que nos centremos en los errores y demos indicaciones y explicaciones para los más frecuentes.
Las ayudas se dan como en el momento de la salida a galope en la otra mano y lo más importante de todo es que el jinete se quede sentado, absolutamente quieto.
En el caso concreto surgen por supuesto muchas preguntas acerca de estas lecciones. Pero a mi me importa aquí en este contexto simplemente que nos centremos en los errores y demos indicaciones y explicaciones para los más frecuentes.
Piafé y passage
Están entre las exigencias más altas. También estos dos aires tienen al igual que las transiciones gran influencia sobre la valoración.
Para montar estas lecciones es imprescindible tener un conocimiento exacto de sus características esenciales, una clara idea de las ayudas correctas y que evitemos los errores más garrafales.
Las principales características del piafé son: se trata de un movimiento elegante, dentro de la familia del trote, pero diagonalizado, en el sitio, que exige un alto grado de reunión, el doblamiento fuerte de los posteriores, en el que las piernas del caballo se mueven con una cadencia sostenida, esto quiere decir con un momento claro de "aguante" imprescindiblemente vertical subiendo y bajando.
Para montar estas lecciones es imprescindible tener un conocimiento exacto de sus características esenciales, una clara idea de las ayudas correctas y que evitemos los errores más garrafales.
Las principales características del piafé son: se trata de un movimiento elegante, dentro de la familia del trote, pero diagonalizado, en el sitio, que exige un alto grado de reunión, el doblamiento fuerte de los posteriores, en el que las piernas del caballo se mueven con una cadencia sostenida, esto quiere decir con un momento claro de "aguante" imprescindiblemente vertical subiendo y bajando.
Las principales características del passage son: se trata de un movimiento elegante dentro de la familia del trote, pero diagonalizado, que exige máxima reunión, el doblamiento fuerte de los posteriores y su despegue enérgico desde el suelo y el avance amortiguado de los posteriores, todo en una cadencia sostenida que subraya claramente el momento de suspensión total y que sube las manos con el antebrazo hasta la horizontal.
Estas características solamente se cumplirán si el caballo ha alcanzado un dejar pasar sin restricciones en absoluta perfección y el máximo grado de reunión.Quien quisiera ver las ayudas en mayor detalle debería consultar el reglamento de la FEI.
A nivel Inter II se pide que el piafé no tenga más de 1 m de avance desde el paso reunido, lo que sin duda tiene un mayor grado de dificultad que la entrada al piafé desde el trote o como en el GP desde el Passage. En esta transición será de primordial importancia que el paso reunido antes del piafé se monte bien cerrado pero un largo de caballo antes del piafé un poco más libre. Así le facilitamos al caballo la entrada al piafé. Sin embargo es recomendable que el jinete no deje libertad antes de un largo del caballo, porque así el jinete siempre puede aceptar la transición al piafé si el caballo lo quiere ofrecer.
En el GP comienza esta lección con el passage desde el paso reunido. En esta transición queremos sobre todo elaborar un movimiento cercano al trote (muy importante: la uniforme ayuda desde ambos isquiones, con ambas pantorrillas y con ambas riendas), a la vez que impulsamos bien hacia delante (sin apretar permanente). Con medias paradas cuidadosas y suaves recogemos el caballo y trabajamos para resaltar el momento de la suspensión, sin que estemos bloqueando con las manos el despegue y avance de los posteriores con elasticidad. En el passage el asiento debe ser quieto, las manos bajas y tranquilas, impulsar uniforme, los posteriores se incitan constantemente para despegar y avanzar marcando el momento de suspensión cada vez.
Después sigue la transición desde el passage al piafé. En este caso hay que mantener el passage sin falta hasta el punto determinado. El jinete no debe pensar en una transición desde el passage hacía el piafé, simplemente debería pensar en unas ayudas que ligeramente retroceden sin que ello impida conseguir entrar en passage en el piafé. Para ello debemos activar el passage con los posteriores bien cerrados un poquito, justo ante la transición. Y con medias paradas muy, muy cuidadosas entrar en el piafé. En el piafé nos sentamos muy quietos, y con un máximo de ayudas impulsantes - muy uniformes, esto es imprescindible – y un mínimó de ayudas retenientes, así podremos lograr un piafé de calidad.
Tanto en el piafé como en el passage es imprescindible que los siguientes errores se eviten por parte del jinete, porque suelen ser sus fallos la causa de los fallos del caballo.
Erróneos son los movimientos inquietos, y sobre todo empujantes, abruptos en el tronco. En el passage vemos a menudo un asiento donde el jinete está sentado en los muslos, donde tiene las pantorrillas apretadas y manos "tirantes". Por ello tiene que quedar claro que no se puede mejorar ni el piafé, ni el passage con movimientos intranquilos, nerviosos, tampoco podemos apretujar hasta que salga ni dar tirones al ritmo. Todas esas acciones son completamente inútiles y solamente pueden perjudicar y no ayudan a una buena imagen. Determinante es sin duda que el jinete esté capacitado para afinar con mucha sensibilidad y muy efectivamente sus ayudas impulsantes y los retenientes.
Erróneos son los movimientos inquietos, y sobre todo empujantes, abruptos en el tronco. En el passage vemos a menudo un asiento donde el jinete está sentado en los muslos, donde tiene las pantorrillas apretadas y manos "tirantes". Por ello tiene que quedar claro que no se puede mejorar ni el piafé, ni el passage con movimientos intranquilos, nerviosos, tampoco podemos apretujar hasta que salga ni dar tirones al ritmo. Todas esas acciones son completamente inútiles y solamente pueden perjudicar y no ayudan a una buena imagen. Determinante es sin duda que el jinete esté capacitado para afinar con mucha sensibilidad y muy efectivamente sus ayudas impulsantes y los retenientes.
En el piafé no deberían aparecer los siguientes errores del caballo: que no diagonalice correctamente, que los trancos sean irregulares o cortos y precipitados, que el despegue de los miembros no sea fuerte ni suba las piernas lo suficiente, que el caballo estuviera detrás de la rienda; si la grupa es alta, que las manos no estuvieran ligeramente hacía delante, o si la grupa es baja como una cabra, que los posteriores estén cargando excesivo peso o que no haya cadencia o ningún momento de suspensión.
Los fallos del caballo en el passage: la colocación de la cabeza no es tranquila, y se mueve constantemente; si estuviera detrás de la rienda; si se apoyará en la rienda o la estaría empujando o arrancando de la mano del jinete; trancos irregulares; movimiento arrastrado de los posteriores; balanceo en la realización; movimiento más cercano al trote, con poca cadencia sin un claro énfasis sobre el momento de suspensión.
El nivel de una prueba se determina en gran parte por el asiento y las ayudas del jinetes, sobre todo por una coincidencia armónica de este con el movimiento del caballo y además por la sutil e invisible influencia de las ayudas en armonía con la imagen integral.
Sobre esto precisamente hablamos en este número de la revista también largo y detallado. A pesar de que solamente sea el comienzo de una serie de artículos de los que pensamos que su importancia es esencial.Aquí quisiéramos dar ayuda adicional sin duda siempre concreta para cada una de las lecciones difíciles, en que se tiene que centrar el jinete a la hora de controlar su asiento en la prueba.
Alargamientos
En la mayoría de las reprises se piden los alargamientos al trote al principio. Aquí cobra mayor importancia una postura flexible pudiendo adaptarse suavemente en el movimiento. Erróneo es la adaptación de una posición de "esquí acuatico" donde el tronco se desplaza hacía atrás, el jinete no debe subir los hombros, postura que crea tensión y rigidez y tampoco debe adaptar una posición en la que se dobla su parte media de su espalda, muchas veces combinado con una chepa y la cabeza adelantada.
Existe la opinión errónea que el jinete podría impulsar el caballo así mejor y que podría sentarse más cómodamente. El caso se vuelve grave cuando añadimos unas pantorrillas que golpean el caballo al ritmo, rodillas abiertas, codos abiertos y manos intranquilas y dobladas (posición de llevar el carrito de la compra).
Respecto a la posición del jinete en los alargamientos al galope podríamos enumerar los mismos fallos en el jinete como para el trote, suelen coincidir si el vicio está arraigado. El tronco debe permanecer absolutamente tranquilo porque un tronco que se mueve hacía delante y hacía atrás pierde su influencia impulsante, y sobre todo molesta la actividad del dorso del caballo, además produce la impresión de trabajo cansado y se encuentra en completa oposición a la característica imprescindible de la absoluta ligereza y la falta absoluta de esfuerzo que queremos ver en las pruebas.
A la hora de los cambios por la diagonal o a lo largo del lado largo al galope medio y galope largo suele ocurrir que los caballos cambien anticipadamente, quiere decir que el caballo anticipa el cambio por si mismo sin esperar a la ayuda del jinete, por ejemplo cuando había que seguir en trocado. Este error se deduce exclusivamente sobre que el jinete no ha estado suficientemente claro o suficientemente tranquilo sentado, por ejemplo en el galope a mano derecha. Si el asiento del jinete es impecable el caballo que se encuentra confirmado en las ayudas nunca cambiará solo.
No deben colgar las riendas para nada, ni estar un poquito holgadas, hay que mantener una conexión impecable. Si no será casi inevitable que el caballo bucee, o que el caballo se defienda contra el contacto y vaya pisando irregular hacía atrás. Un contacto suave y uniforme y constante con una medida correcta de las riendas facilita la regularidad en el paso atrás y también la seguridad en el autosostenimiento.
A la hora de los cambios por la diagonal o a lo largo del lado largo al galope medio y galope largo suele ocurrir que los caballos cambien anticipadamente, quiere decir que el caballo anticipa el cambio por si mismo sin esperar a la ayuda del jinete, por ejemplo cuando había que seguir en trocado. Este error se deduce exclusivamente sobre que el jinete no ha estado suficientemente claro o suficientemente tranquilo sentado, por ejemplo en el galope a mano derecha. Si el asiento del jinete es impecable el caballo que se encuentra confirmado en las ayudas nunca cambiará solo.
No deben colgar las riendas para nada, ni estar un poquito holgadas, hay que mantener una conexión impecable. Si no será casi inevitable que el caballo bucee, o que el caballo se defienda contra el contacto y vaya pisando irregular hacía atrás. Un contacto suave y uniforme y constante con una medida correcta de las riendas facilita la regularidad en el paso atrás y también la seguridad en el autosostenimiento.
En los alargamientos al galope suelen entrar los posteriores con facilidad hacía el interior y entonces desmejoran la rectitud de esa forma. Esto se puede evitar al montar los alargamientos ligeramente en espalda a dentro. Sin embargo cuidado con la colocación del cuello del caballo, nunca debería ser demasiado al interior.
Es importante que el jinete mantenga el tronco recto y quieto durante el apoyo, sin embargo no se debe "torcer", sino simplemente pesar algo más sobre el esquión interior, sin embargo nunca doblar la cadera interior. La pierna interior pisa bien en el estribo interior, y la pantorrilla está muy en contacto con el tronco del caballo, suavemente "sintiendo pelo", cerca de la cincha, la pantorrilla exterior está desplazada hacía detrás, no demasiado!! Las manos no deben subir y los codos deberían mantenerse pegados al cuerpo.
Piruetas
Al montar la pirueta hay que aligerar la mano entre la primera llamada de atención al entrar y la entrada. El caballo tiene que masticar el filete y empujarse ligeramente hacía atrás, estar ligerísimo en la mano. Durante la pirueta no debemos influir con la mano lo mas mínimo hacía atrás y el tronco del jinete tiene que quedar absolutamente quieto y no realizar unos movimientos "ayudantes".
Además sobre todos estos detalles hay que tener en cuenta lo siguiente: El asiento del jinete y el aire del caballo están interconectados en todo momento y relacionados. El aire del caballo influye en el asiento pero también el asiento influye en el aire de la misma forma. Esto requiere del jinete que esté capacitado de mantener la postura de su cuerpo sin ninguna rigidez o forzamiento en todo momento y que su punto de gravedad esté siempre en coincidencia con el de su caballo.
Además sobre todos estos detalles hay que tener en cuenta lo siguiente: El asiento del jinete y el aire del caballo están interconectados en todo momento y relacionados. El aire del caballo influye en el asiento pero también el asiento influye en el aire de la misma forma. Esto requiere del jinete que esté capacitado de mantener la postura de su cuerpo sin ninguna rigidez o forzamiento en todo momento y que su punto de gravedad esté siempre en coincidencia con el de su caballo.
Finalizamos: puede ser útil la atención a todos estas indicaciones para montar mejor su reprise en un concurso. Cuyo ideal es y será siempre la claridad del aire y la ilimitada descontracción del caballo así como una reunión basada en el dejar pasar del caballo, desde donde sale el caballo recto y con los posteriores bien acercados en una colocación de cabeza y cuello absolutamente autosostenida con un ligerisimo contacto y una máxima medida de impulsión, suspensión y expresión, desarrollado.
Así sigue el caballo durante las lecciones con máxima exactitud confiado, atento y obediente a las ayudas del jinete en todo momento.
En la parada
Se regalan muchas veces innecesariamente valiosos puntos. Y eso suele ocurrir entre 3 a 4 veces en una prueba. La correcta parada solamente se puede esperar cuando haya sido practicada con suficiente frecuencia y cuidado. Y precisamente a este ejercicio, como nos ha mostrado la experiencia ya, no se presta la suficiente atención, ni siquiera durante la preparación en la cuadra.
Los errores frecuentes, como que el caballo no para con exactitud sino poco a poco, no está recto, no está apoyado sobre las cuatro extremidades, vuelve a pisar ya en la parada, no para tranquilamente, si no se queda quieto, etc., son todos ellos errores que se pueden evitar si el caballo está perfectamente en las ayudas. Y sobre todo si está recto en sí y deja pasar.
Además el jinete tiene que estar muy concentrado, montar hacía la parada, no olvidarse de adelantar la mano en contacto con la boca del caballo un poco para que el caballo no pise hacía atrás, ni cierre la cabeza en el pecho, ni salga hacía arriba del contacto.
Si el caballo está ligeramente torcido en la parada no hay que corregirlo porque probablemente la corrección no mejorará sino que empeorará la situación. Si el caballo ha parado tranquilamente entonces hay que dejarlo algún momento más en esta posición. Sin embargo si el jinete siente que el caballo quiere salir hacía delante puede que sea más correcto ceder a ese deseo en vez de querer mantener el caballo en esa posición porque de la otra forma aumenta el riesgo de que se vuelva inquieto.
La opinión de que es superfluo insistir en la importancia de la realización de las figuras y las reprises con exactitud está muy extendida entre algunos profesionales. Quien piensa esto está equivocado, basta prestar atención a las primeras huellas de los cascos después de haber pasado la rastra para ver de inmediato que se está equivocado.
Los errores de inexactitud que se repiten eternamente suelen ser:
1.El binomio abandona la línea central antes del giro hacia el lado menor.
2.Al coger la diagonal en un cambio de mano, llegando desde mano derecha, la mayoría de los jinetes suele salirse de la pista en la primera mitad hasta X hacia la izquierda y en la segunda mitad hacía la derecha.
3.Se observa con frecuencia el comienzo prematuro o tardío de las reprises.
4.La imprecisión en las figuras de la pista está en el grupo de errores que se pueden evitar.
A pesar del cuidado más esmerado ocurren errores. En este sentido para apreciar cuándo, cómo y por qué se cometen, los jueces y los espectadores deberían reconocer lo que el jinete pretende, de si se trata por ejemplo, de ejecutar un trote medio o de un trote largo. La diferenciación entre los tempo medio y los tempo largos debe ser clara. Cualquier borrosidad entre los tempo será penalizada con razón por los jueces.
Por su parte el jinete tiene que montar el tempo exigido desde el punto hasta el punto, como determina el reglamento y esto se exige incluso en las esquinas. Así que siempre hay que partir en un punto determinado. Para ello el jinete habrá de dar las ayudas correctamente, ¿cuándo?. Pues un largo de caballo antes del punto para iniciar el ejercicio.
Más importante y más difícil también para el jinete suele ser llegar en el tempo exigido al punto determinado, y el exponente más difícil de ello es este ejercicio al galope largo.
Las transiciones
Son muy complejas en sus exigencias y además piedra de prueba para el dejar pasar. Las transiciones aparecen en todos los ejercicios, y así tienen correspondientemente su influencia sobre el resultado.
Nos damos cuenta de la importancia de las transiciones cuando asumimos mentalmente que ellas suponen el 50% de todas las lecciones en una reprise de competición. Así que solamente se puede esperar una clasificación o incluso un 1º puesto ganador si se montan muy bien las transiciones. Por ello es importante que el jinete conozca exactamente los requisitos de una buena transición. En este sentido queremos destacar que hay que montar transiciones cumpliendo las siguientes puntos de control:
-Exactamente en el punto exigido
-Ayudas claras y rápidas, pero suaves y elásticas.
-Manteniendo el aire y el tempo hasta el momento donde hay que montar de nuevo.
-Con el aire bien marcado en sus tiempos mantener el ritmo uniforme.
-Fiable, en autosostenimiento con un ligerísimo contacto.
-Con un marco ampliado en los alargamientos, y también con mayor doblamiento de los posteriores en un tempi reunido; quiere decir, la trasmano recibe claramente, sin que aumente el apoyo en el tercio anterior.
-Llevando los movimientos elevados y elegantes, y con una colocación mejorada desde el tempi reunido hacía el alargamiento, y viceversa.
-Con medias paradas suaves, si es necesario con varias repeticiones, y cesando cualquier influencia "tirante", hecho que sería el fallo más grave de todos.
-Con un asiento tranquilo, quieto, sobre todo sin ningún movimiento en el tronco y con la pantorrilla tranquilamente abrazando y con una mano tranquila.
Poder cumplir con todos estos requisitos requiere un jinete con bastante conocimiento. La calidad de las transiciones da una información fiable sobre el estado del "dejar pasar" del caballo y cuan avanzado se está en el arte de la equitación, y en el caso concreto del jinete, sobre su grado de sensibilidad.
Para montar hay que sentir y hay que proyectar. Sin ambas cualidades será muy difícil desarrollarse en el arte de la Doma Clásica.
Recoger las riendas
El jinete tiene que acordarse durante la reprise de recoger las riendas al pasar las esquinas si esto fuese necesario y mejorar en el lado menor el autosostenimiento, el ritmo y la rectitud del caballo.
Estos consejos tienen mucha mayor significado sobre una prueba que lo que puede parecer a primera vista.
Primero, la correcta medida de las riendas es decisiva para un uso de la mano suave sin retraso, influencia efectiva en el momento exacto y también para la ligereza del contacto, y, así, junto con las ayudas de las piernas y del peso, es determinante para la actividad de los posteriores. Ellas influyen sobre la fuerza de empuje, impulsión y sostén y fuerza amortiguadora, es decir sobre el autosostenimiento del caballo.
Muchas veces observamos que las riendas se alargan durante el transcurso de la prueba, lo que puede causar una serie de deficiencias, desde una contacto con interrupciones, hasta un "enroscamiento" excesivo, especialmente durante las esquinas, con giros y vueltas y al entrar en los apoyos.
Por ello el jinete tiene que preguntarse en cada esquina si hay razón para recoger las riendas y para ordenarlas, fundamentalmente y sobre todo ante los apoyos, las piruetas y los cambios al tranco. Especial motivo suele existir para reordenar las riendas del bocado.
Autosostenimiento, del ritmo y de la rectitud
En estrecha conexión con la ordenación de las riendas está la mejora del autosostenimiento, del ritmo y de la rectitud. Como nos ha enseñado la experiencia, después de cualquier lección siempre hay motivo para volver a mejorar el aire, la colocación.
Esto se debería realizar en el lado corto de la pista, de forma efectiva pero invisible, sin ninguna interrupción del ritmo y del autosostenimiento.
Con ello debemos volver a conseguir: acercamiento de los posteriores, movimientos vivos, grandes, la nuca como el punto más alto y la frente ligeramente delante de la vertical, así como un contacto suave en ambas riendas. La preparación del siguiente ejercicio en el próximo lado largo o en la diagonal se prepara de la mejor forma posible.
Porque cualquier jinete tiene que ser consciente que un apoyo al trote solamente será tan bueno como la calidad del trote reunido en el anterior lado corto, y una pirueta en el centro de la diagonal solamente puede ser tan buena como el anterior galope reunido en el lado menor.
La mejora del aire en el lado menor es la clave antes de los cambios en serie en la diagonal, si los jinetes lo tuvieran en cuenta se podrían ahorrar algún que otro fallo en los cambios al galope.
Ritmo y rectitud
Para ambos objetivos, el reajuste de las riendas y para la mejora del autosostenimiento, el consejo es ritmo y rectitud. Es importante que el jinete en un inicio haga todo con mucha consciencia aunque poco a poco debemos alcanzar un estado donde las acciones necesarias se realizan instintivamente porque el jinete los ha interiorizado.
Para la realización exitosa de las lecciones sería ventajoso si el jinete no solamente conoce los requisitos sino si además tiene una imagen interiorizada sobre como los preparará, cómo los realiza y cómo los finaliza.
Durante un elevado número de pruebas de Doma Clásica podemos observar y sentir que los jinetes no tienen una idea correcta, como una pequeña película que recoja lo esencial y a la vez una completa idea de las lecciones aisladas. Esta carencia es la causante de numerosos fallos que podrían haber sido evitables.
Sería demasiado extensivo si entráramos en todas las lecciones. Las aclaraciones se limitan por ello a los ejercicios más importantes y difíciles, los apoyos, las piruetas y los cambios al galope.
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